Son dos calas arenosas de
medianas proporciones sitas entre la Playa de
las Alberquillas y la
Torre del Pino. Aunque separadas por rocas
desprendidas, se puede pasar tranquilamente de
una a otra.
Se llega a ellas por una senda que parte de la
tercera de las curvas abandonadas de la antigua
N-340 que hay a la derecha pasado el kilómetro
299. La senda baja empinada hasta la playa entre
el matorral seco. |